10 Jun ¿Las cucarachas pican o muerden? Esto es lo que dice la ciencia
El control de plagas en Madrid requiere información precisa y basada en estudios científicos. En este sentido, una de las consultas más habituales en nuestra actividad profesional es si las cucarachas pueden morder a las personas. Y aunque no es su comportamiento habitual, la respuesta es afirmativa: sí, pueden morder, pero solo en circunstancias muy específicas.
Las cucarachas no pican, pero sí pueden morder
Las cucarachas carecen de aguijón, por lo que no pican. Sin embargo, poseen mandíbulas poderosas que utilizan principalmente para alimentarse de materia orgánica en descomposición. En situaciones de extrema escasez de alimentos, como puede ocurrir en lugares con infestaciones severas, pueden morder piel humana expuesta, especialmente si hay restos de alimentos o secreciones. De hecho, y aunque pueda parecer ficción, se han registrado casos aislados de mordeduras en zonas como uñas, labios, pestañas o dedos, sobre todo mientras la persona duerme.
Aunque la fuerza de sus mandíbulas puede ser significativa en relación con su tamaño —capaces de morder con una presión proporcional a 50 veces su peso corporal—, los incidentes con humanos siguen siendo muy poco frecuentes.
¿Qué ocurre si una cucaracha muerde?
En la mayoría de los casos, pueden aparecer síntomas como enrojecimiento, leve inflamación o una sensación de escozor localizada. Pero no hay registro de que inyecten sustancias tóxicas o venenosas.
El tratamiento recomendado es sencillo: limpieza con agua y jabón, aplicación de antiséptico y, si es necesario, una compresa fría para reducir la inflamación. En caso de alergia o infección secundaria, se debe consultar con un profesional sanitario.
El verdadero peligro: la transmisión de enfermedades
Más allá de la posibilidad de una mordedura, el riesgo más serio relacionado con las cucarachas es su capacidad de transmitir patógenos. Debido a que suelen transitar por desagües, basuras y alcantarillas, actúan como vectores mecánicos de bacterias como Salmonella, Escherichia coli y Shigella, así como de virus, hongos y parásitos intestinales. Estos microorganismos pueden quedar en superficies o alimentos y causar enfermedades gastrointestinales, infecciones cutáneas o reacciones alérgicas.
Estrategias de prevención y control
Para evitar la presencia de cucarachas en viviendas, locales o instalaciones, es fundamental adoptar medidas preventivas integrales, entre ellas:
- Mantener una limpieza rigurosa en cocinas, baños, trasteros y zonas de almacenamiento.
- Evitar acumulaciones de residuos y restos de comida durante la noche.
- Revisar y sellar grietas, huecos en paredes, techos y pasos de tuberías.
- Instalar burletes en puertas y rejillas en desagües.
- Eliminar fuentes de humedad, reparando fugas y utilizando deshumidificadores si es necesario.
En caso de detectar presencia activa, es importante no recurrir a soluciones caseras ineficaces o productos no autorizados. El tratamiento profesional mediante técnicas combinadas (geles insecticidas, cebos, trampas y monitoreo) es la opción más segura y eficaz.
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