Oruga procesionaria: altamente peligrosa

Oruga procesionaria: altamente peligrosa

Se la conoce como la procesionaria del pino y como su propio nombre indica, se trata de una oruga que se alimenta de materia vegetal, más concretamente de las acículas de pinos y cedros. ¿Qué son capaces de hacer?  Aunque a simple vista pueden parecer inofensivas, desde nuestra empresa de control de plagas en Madrid a precios económicos recomendamos tener mucho cuidado con estas mariposas nocturnas, ya que mientras todavía son unas larvas pueden provocar la defoliación absoluta de un pinar, retrasando su crecimiento y debilitando al árbol, permitiendo la entrada de otras plagas que terminarán el trabajo como los escolítidos.

¿Cómo se comportan?

Durante el invierno, para soportar mejor el duro frío, permanecen dentro de una especie de bolsones, que pueden llegar a albergar entre 100 y 200 larvas y que aparecen en las ramas de los pinos. Aprovechan la caída del sol para la búsqueda de la comida. Al principio, solo se alimentan de la parte tierna de los árboles, apareciendo las hojas de los pinos semi-secas y de color amarillento. A medida que las larvas se van desarrollando el daño en la naturaleza es mayor.

Con la llegada de la primavera, en cambio, abandonan definitivamente esos bolsones y descienden por los árboles formando esas hileras como si estuviesen en procesión, de ahí su nombre, para enterrarse en el suelo y transformarse en mariposas, pero apenas viven unas 24 horas después de la transformación.

Cada vez es más común encontrarnos con este tipo de plagas en parques y jardines urbanos con el riesgo que ello conlleva. Cuando desde Coinve decimos que la oruga procesionaria es altamente peligrosa no nos referimos solo al daño que provoca en los árboles, ya que no es necesario el contacto directo para que aumente el número de reacciones alérgicas entre las personas y los animales domésticos. Cuando las orugas procesionarias se sienten amenazadas éstas lanzan sus pelos sedosos y urticantes al aire y si los animales los ingieren pueden incluso morir.

Para controlar el avance y los efectos devastadores de estos insectos en ocasiones se emplean tratamientos químicos que consisten en la pulverización directa sobre los nidos de las orugas de productos específicos, que dada su peligrosidad deben ser usados por personal con experiencia en control de plagas en Madrid a precios muy económicos. Otro método de control es la utilización de trampas de feromonas. Los machos se sentirán atraídos hacia unos recipientes donde quedarán adheridos, afectando así al ciclo de reproducción.

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