Todo lo que deberías saber sobre las podas

Todo lo que deberías saber sobre las podas

 En la época de podas es habitual que muchas personas decidan acometer este tipo de tareas por su cuenta. Lo cierto es que esta actividad no es tan sencilla como parece, motivo por el cual lo más adecuado será contratar un servicio profesional de podas en Madrid o en cualquier otro lugar. No todos los árboles son iguales y las tareas de poda pueden cambiar notablemente en cada caso. De hecho, queremos aprovechar esta entrada para repasar algunas cuestiones relevantes sobre las podas.

Los árboles ornamentales, por ejemplo, pueden podarse de 3 formas diferentes:

La poda de formación se realiza durante los primeros años tras plantar el árbol, el objetivo de esta tarea no será otra que lograr una estructura de ramas fuertes y mejorar la distribución de las mismas.

Con el paso de los años, cuando el árbol está bien formado y la copa ha alcanzado cierta altura, habrá que comenzar con la poda de mantenimiento. En este caso, el trabajo será siempre el mismo y consistirá en ir eliminando ramas secas, tocones y otras partes del árbol en mal estado.

Las podas excepcionales son la opción menos frecuente. Como su propio nombre indica, se aplican en momentos puntuales o de extrema necesidad. Por ejemplo, son recomendables cuando el volumen de la copa de los árboles se ve reducido. Este tipo de podas también pueden realizarse de dos tipos diferentes. El terciado consiste en cortar todas las ramas del árbol dejando aproximadamente un tercio de su longitud. Por otra parte, el desmochado es otro sistema de poda que corta las ramas a ras del tronco.

Desde Coinve queremos hacer hincapié en la necesidad de respetar escrupulosamente el calendario de podas. El otoño y el invierno son las épocas más adecuadas para esta tarea, ya que de realizarse en primavera o verano se reduciría la savia, mermando el crecimiento del árbol y provocándole cierto debilitamiento. Algunos árboles como los abedules, los nogales o los chopos son más susceptibles a la pérdida de savia. Técnicamente, este problema se denomina “sangrar” y debemos evitarlo.

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